Domótica para hoteles para mejorar la eficiencia de tu establecimiento

Estimados WuBookers, si estáis buscando una forma de optimizar la gestión y reducir los costes de vuestro alojamiento, podríais considerar la domótica hotelera. En efecto, un sistema automatizado permite liberar al personal del hotel (o del B&B o de la casa de vacaciones) de una serie de tareas, permitiendo al mismo tiempo al huésped personalizar su experiencia en la habitación. Pero, ¿en qué consiste y cuáles son las ventajas concretas de la domótica hotelera? Profundicemos en ello juntos en este artículo.

¿Qué se entiende por domótica para hoteles?

Estamos acostumbrados a oír hablar de domótica en referencia al hogar: la casa inteligente, o smart home, de hecho, permite confiar a la tecnología la activación de dispositivos eléctricos y electrónicos de diversa índole, según las preferencias del propietario. Basta una orden vocal o un interruptor para «animar» el hogar.
Esto también es cierto en parte cuando se trata del turismo. Las soluciones domóticas para hoteles y alojamientos parten de la misma premisa: simplificar la gestión de actividades y espacios (incluidas habitaciones y zonas comunes), respetando las necesidades de cada huésped. Y siempre garantizando el control y la supervisión del gestor de la propiedad.
¿Cómo? Por ejemplo, mediante la instalación de determinados sistemas dentro y fuera de la propia estructura.

Acceso a las instalaciones y salas

La domótica de las instalaciones comienza desde el momento de la llegada. Aparcamientos, vestíbulos, habitaciones, pero también zonas comunes como spas y piscinas pueden ser accesibles las 24 horas del día simplemente mediante una llave RFID (tarjeta electrónica), o con un PIN, SMS o a través de una App. Una vez confirmada la reserva, el cliente recibe los códigos de entrada o salida de la tarjeta y, siguiendo el procedimiento, puede entrar y salir libremente, sin tener que interactuar con el personal.
Por otro lado, el registro de acceso permite al hotelero controlar el tráfico en el hotel e intervenir si algo va mal.

Activar los servicios dentro de la habitación

Una vez dentro, el anfitrión puede gobernar la habitación en casi todos los aspectos. A su vez, el anfitrión puede establecer determinadas condiciones, que le permiten gestionar el consumo de forma óptima:

  • iluminación y dispositivos: es posible controlar el encendido y apagado automático de puntos de luz, sistemas de audio, pantallas y televisores. Por ejemplo, es posible decidir que -una vez que se ha accedido- la luz de cortesía se apague sola y se enciendan una o varias de las demás luces; o se puede prever un encendido temporizado. Esto garantiza, por un lado, la seguridad y el confort del huésped y, por otro, la optimización de recursos para el hotelero;
  • Termorregulación: el huésped también puede definir la temperatura interactuando con el termostato o los sistemas de calefacción y refrigeración. Para reducir el despilfarro, éstos pueden tener un rango de temperatura limitado o estar equipados con un sensor que active el apagado o el modo de ahorro de energía cuando el huésped se vaya o abra una ventana;
  • minibares: el minibar también puede estar asociado a un control automático que, además de registrar las aperturas y cierres, puede mandar parar el sistema cuando el huésped abandona la habitación y enviar una señal de reinicio al responsable del personal de limpieza.

Además, es posible añadir el control de persianas y contraventanas o funciones de alarma y aviso de averías (como inundaciones y similares), que alertan al propietario de la estructura en tiempo real.
Para que la domótica funcione, de hecho, es necesario prever ciertas intervenciones en la estructura y la adopción de herramientas específicas.

Qué significa la domótica para hoteles, pensiones y casas de vacaciones

Para poder ofrecer un sistema domótico, es necesario modificar algo en la configuración y las instalaciones existentes, sobre todo si no existen soluciones automatizadas.
El alcance de las operaciones depende de muchos factores: el estado de partida, el tipo de servicio que se va a implantar, la compatibilidad y los requisitos de las propuestas existentes en el mercado, etc.
Esto puede traducirse, por ejemplo, en la simple sustitución de puertas, el reacondicionamiento o la integración de determinadas instalaciones, o una renovación más compleja.

Además de los dispositivos y componentes estructurales (termostato, cerraduras electrónicas, etc.), la domótica implica de hecho la transmisión de órdenes y datos a través de un sistema de cables, que por tanto debe preverse y prepararse.

No sólo eso, para permitir la supervisión por parte del hotelero o del personal, es necesario conectarse a un software especial, normalmente proporcionado por la empresa matriz de la tecnología seleccionada. Desde el software, de hecho, es posible supervisar el uso y el funcionamiento correctos de las distintas soluciones adoptadas, registrar datos y recibir informes sobre posibles averías.

Para facilitar aún más la gestión de la instalación en todas sus partes, algunos de estos sistemas pueden conectarse directamente al PMS del hotel, si éste lo permite. Es el caso de Zak, el sistema de gestión hotelera desarrollado por WuBook, que prevé la integración con diversos software de gestión automática de apertura de habitaciones, auto check-in y check-out.

De este modo, puede concentrar toda la información importante sobre sus huéspedes (como reservas, distribución de huéspedes en el establecimiento, llegadas y salidas) en un solo lugar, y evitarle a usted o a su personal pasos dispersos.

Ventajas de la domótica para hoteles

Aparte de una inevitable revisión estructural, que habrá que evaluar caso por caso, la domótica ofrece numerosas ventajas a quienes decidan incluirla en sus instalaciones:

  • ahorro energético y económico. Al automatizar el encendido y apagado de aparatos y dispositivos, se reduce el riesgo de que algo permanezca encendido durante mucho tiempo innecesariamente, con el consiguiente ahorro de energía y dinero;
  • reducción del tiempo y los costes de gestión. Al confiar a la tecnología determinadas operaciones, como el registro de entrada y salida, pero también la notificación de problemas y fallos en el sistema, se limita el tiempo que el personal de servicio dedica a estas tareas, reduciendo así su compromiso;
  • comodidad y conveniencia. Algunos clientes prefieren evitar la interacción con el personal, o tienen necesidades y horarios que no son compatibles con un servicio de recepción sostenible. Incluso en estos casos, la domótica es una solución cómoda y eficaz, tanto para el huésped como para los viajeros;
  • también para la supervisión remota. No es necesario que el propietario esté in situ para asegurarse de que todo funciona o comprobar los progresos: el registro de datos en el software de control permite tener una visión actualizada de lo que ocurre en el interior de la instalación en todo momento;
  • seguridad. Los sistemas automatizados garantizan la máxima seguridad para huéspedes y anfitriones, minimizando el riesgo de incendio y otros incidentes importantes o daños en las instalaciones;
  • prestigio. Por último, no se puede excluir el retorno de imagen. La tecnología forma parte cada vez más de nuestras vidas y encontrar un hotel que sepa integrarla de forma inteligente y discreta, también en beneficio del huésped, puede redundar en una mayor satisfacción y prestigio para el establecimiento.

La domótica es independiente del tipo, el tamaño o el número de estrellas del hotel: optimizar los procesos de gestión y los gastos, por un lado, y mejorar la experiencia hotelera, por otro, son objetivos comunes. Y la automatización puede ayudar a alcanzarlos.

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