Estimados WuBookers: la industria del turismo está en constante agitación y está cambiando (en la demanda y la oferta) a medida que cambian los gustos y necesidades globales. A fenómenos bien establecidos, como el turismo gastronómico y enológico, se añaden constantemente otros nuevos: es difícil predecir cuánto durarán, pero conocerlos e intentar seguirlos puede fomentar la visibilidad y los beneficios. Estas son las tendencias que redefinirán la industria de los viajes en 2025.
Previsiones de fin de año y futuras, en cifras
BIT, la feria italiana dedicada al turismo, se encarga de resumir cómo terminó 2024 y qué esperar, en cifras, para los próximos años. Según el Observatorio (que se basa en datos de Deloitte y Oxford Economics), el turismo mundial del año pasado registró un nuevo aumento con respecto a 2023, acercándose así aún más a los niveles previos a la pandemia.
El 21 % de la población mundial viaja, pero incluso este porcentaje aumentará hasta el 24 % en 2030 y el 33 % en 2040.
En cuanto a los países de origen, los principales mercados son China, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, pero están empezando a surgir otros como Arabia Saudí, Brasil, Indonesia, México y Pakistán.
Sin embargo, en cuanto a los principales destinos de viaje, España, Francia y Estados Unidos siguen a la cabeza, seguidos de Italia. Un hallazgo interesante, sin embargo, se refiere a la distribución, ya que el turismo mundial se concentra menos en estos destinos que en el pasado. Una señal de que algo está cambiando en las preferencias de los viajeros, que buscan diversificación y nuevos estímulos.

7 tendencias turísticas de 2025 a tener en cuenta
Las tendencias nacidas en 2024, como las vacaciones en lugares cool (coolcation) y la búsqueda de bienestar, comodidad y personalización, se confirman también para 2025.
A ellas se suman factores impulsores como la nostalgia, el deseo de aventura y la curiosidad por lugares insólitos y tradiciones locales. Estas son las siete tendencias previstas para 2025 según las previsiones de algunos de los principales actores del sector.
Nocturismo: viajes para descubrir la noche
El «nocturismo» (abreviatura de «turismo nocturno») denota la tendencia de organizar viajes centrados en actividades nocturnas como la observación de estrellas, los viajes con antorchas y las excursiones al amanecer. Una forma de viajar que no solo hace que la estancia sea más sugerente, sino que también satisface necesidades prácticas relacionadas con el hacinamiento y el cambio climático.
De hecho, muchos turistas buscan lugares frescos y menos populares, para evitar el calor excesivo y las multitudes.
Las visitas a museos que abren hasta tarde o toda la noche, los mercados nocturnos y los senderos naturales al anochecer son populares entre quienes buscan este tipo de solución.
Destinos secundarios: Asia atrae cada vez más
El deseo de viajar a destinos más remotos y desconocidos, combinado con procedimientos de entrada simplificados, hacen de Asia uno de los destinos más atractivos para los viajeros.
China, Tailandia, Japón y la India se consideran entre los países más atractivos debido a su cultura milenaria y al servicio de lujo que ofrecen sus instalaciones de primera calidad.
Tampoco hay que olvidar la fascinación que ejercen estos lugares a través de series de televisión como Squid Game y White Lotus, famosas a escala mundial.

La aventura viene con el viaje: bravecations
Se llaman «bravecation» y son vacaciones de aventura, de las palabras «brave» (valiente) y «vacation» (vacaciones). Una aventura de todo tipo y sin límites de edad.
Ya sea degustando un plato típico muy extraño o probando actividades deportivas extremas, los viajeros confiesan sentirse más atrevidos en vacaciones y más inclinados a salir de su zona de confort.
Un anhelo de novedad y adrenalina que puede explotarse de muchas maneras: desde menús especiales hasta tours organizados.
Una mirada al pasado: la nostalgia como motivación para viajar
Redescubrir lugares de la infancia, repetir viajes hechos en familia, revivir viejos recuerdos: la nostalgia de los momentos felices impulsa a otro segmento de viajeros, especialmente a los Millennials y la Generación Z.
¿Qué atrae a este público? Lugares típicos que no han cambiado con el tiempo o que se han reconstruido para recuperar recuerdos de la infancia y atmósferas retro, ya sean reales o soñadas. Lugares que evocan formas de vida del pasado reciente o réplicas reales de experiencias ya vividas, como un año sabático o una luna de miel.
El descanso como centro de las vacaciones
Un año más, el turismo del sueño sigue de moda. La calidad del sueño está, de hecho, en el centro de los deseos de los viajeros que buscan unas vacaciones totalmente relajantes con programas específicos.
Entre las tendencias del año, está el llamado «hurkle-durkling», una palabra escocesa que podemos traducir como «holgazanear». Quedarse bajo las sábanas más de lo habitual y holgazanear en la cama son los nuevos deseos, que se concilian con una idea de turismo lento y relajado.
¿Cómo satisfacer estas demandas? Por ejemplo, ofreciendo masajes, meditación y, por supuesto, ¡una carta completa de almohadas!

En busca del bienestar (y la longevidad)
Hablando de bienestar, los turistas más atentos se preocupan por su salud física y mental y, por esta razón, prefieren instalaciones que puedan ofrecer ambas cosas. El yoga, la alimentación saludable, las sesiones de crioterapia y los tratamientos de belleza son imprescindibles incluso en vacaciones y se convierten en un factor decisivo a la hora de elegir un lugar donde alojarse.
Las boutiques de bienestar y los hoteles de lujo extra pueden aspirar a ganarse también a este tipo de huéspedes.
Los hoteles como destinos en sí mismos
Los hoteles boutique y, en general, los establecimientos que ofrecen una experiencia personalizada y auténtica también ocupan los primeros puestos de la lista de preferencias para 2025.
¿Qué los hace tan apreciados? La originalidad, los servicios de alta gama y una fuerte conexión con la cultura y las tradiciones locales.
Características que hacen que cada vez más viajeros (de negocios o de placer) se sientan atraídos por estas soluciones hasta el punto de que los propios hoteles se convierten en motivos para viajar.
Transversal a todas estas tendencias de comportamiento es el uso de la inteligencia artificial, muy extendido tanto entre los viajeros (que cada vez confían más en la tecnología para planificar y gestionar las reservas) como entre los profesionales del sector para aligerar el trabajo de la recepción o hacer aún más eficiente el servicio.
Se trata de fenómenos macroscópicos de los que cada establecimiento puede extraer información para adaptar o revisar su oferta en mayor o menor medida: mucho depende, de hecho, del contexto en el que se inserta y de la identidad que tiene o quiere dar a su realidad. Sin embargo, tenerlos en cuenta puede ayudarle a predecir las tendencias del mercado y aprovecharlas.